domingo, 11 de marzo de 2012

Mañana mixta del domingo.

Este sábado hemos estado a punto de hacer renacer a Operación Triunfo. Hemos cantado con intenciones de sentirnos un poco más libres y hemos navegado por los rincones de nuestras mentes. Cada vez que al día siguiente me levanto en una cabaña de madera pienso que he debido de cruzar el amazonas o que he conocido a algún indígena muy cañero. Sí, esta mañana yacía en nuestra cabaña-árbol, pero esta vez todos nos conocíamos. La mayoría dormían como almas despreocupadas de la vida, unos pocos se habían ausentado desde la madrugada y yo me disponía a hacer mi propio ritual de saludo al sol.

En realidad, es una disciplina que he adquirido desde hace tiempo que consiste en meditar, practicar algunas katas y canalizar la energía del medio. Normalmente me sirvo de una katana de madera para ganar fuerza de brazos, pero hoy las condiciones no lo permitían. La forma en que comenzamos el día puede llevarnos a un estado de actividad y de decisión para cumplir con nuestras expectativas o puede convertirnos en auténticas marmotas. A veces nuestras circunstancias no nos dejan iniciar las mañanas con un zumo posado sobre la mesilla de noche, pero como artistas de nuestra vida tenemos que arrastrarla siempre a nuestro favor.

Después de las prácticas físicas y mentales, unos mensajes de texto se dejaron caer en mi móvil. Al parecer "x" había aceptado venir desde Sweeden para reencontrarse con su tío al que sólo veía una vez al año. Lo que estaba muy claro era que aquello no sería sólo una visita paternofiliar, además supondría hacer de guía por el gran Bilbao por tercera vez para mostrar las maravillas de la villa y de paso algunas zonas pícaras personales. Así funcionan los intercambios y mis oportunidades de viajar no suelen ser tan fácilmente desaprovechadas.

Pronto llegará a tierra vasca y tendré la oportunidad de conocerla a fondo. Me encantará poder ver que es lo que más admira de la zona y lo que nosotros pasamos por alto, cual es el choque cultural más grande que se pueda producir entre nosotros y sobre todo descubrir si el mito de la frialdad de su sangre la acompaña en su vida.

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