domingo, 28 de octubre de 2012

Historias sensuales I

Hacía tiempo que había dejado de prestar atención a las palabras de aquel profesor de buena planta y frente prominente que se alzaba ante ella, situada en primera fila, mientras masajeaba suavemente sus labios con un bolígrafo para después enrollarlo sobre la superficie de la lengua, inconsciente de la naturaleza extremadamente sexual que delataba aquél gesto.

Por un momento consideró la posibilidad de que sus compañeras que trataban de acaparar la atención con preguntas absurdas de unos ojos oscuros que atrapaban la luz con sólo posar sobre ellos, tuvieran la gentileza de dejarlos solos y de pronto sintió un repentino escalofrío al imaginar la barba espesa y  rojiza de aquel hombre recostarse sobre su piel tersa y suave cuando se acercara a saludarlo.

Todo su cuerpo rebosaba de una masculinidad auténtica: sus cejas rectilíneas y pobladas reptaban unos centímetros por encima de una mirada rapaz  y sesgada. La nariz con la forma de una torre de mármol, alargada y cilíndrica terminaba en unas fosas anchas que la aspiraban cada vez que sus pulmones se llenaban de aire, por no mencionar el poderío que emanaba de unos hombros tonificados que se pegaban a una ajustada camisa blanca de botones.

Por el contrario, aquella muchacha contaba con una melena larga, formada por unos pelos castaños tan lisos que parecían haber sido arrancados de las cuerdas de un arpa celta y de sus labios gruesos y empapados por la saliva cada vez más abundante se hacía notar un rojo con brillos plateados muy dulce. Su generoso trasero se revolvía tembloroso sobre el asiento, inquieto por el súbito placer que la recorría de improviso desde la espalda hasta los exteriores de la concha.




Imaginó cómo sería atar con cadenas sus extremidades a su cuerpo, sentir su torso musculado tan de cerca que todo el peso que ejerciera sobre ella la dominara, la impregnara de su fuerza. Con sólo fantasear sobre el roce de sus pechos con aquellos pectorales perfectos que se le marcaban con cada bocanada de aire, se le endurecieron los pezones. Y entonces le entraron ganas de maullar.

Quería sacar su traje de gata negra de cuero escondido en algún baúl secreto de su dormitorio y con él puesto, descender desde el cuello hasta su miembro viril con la nariz pegada a cada partícula de su piel, al tiempo que rasgaba su carne hasta formar tiras enrojecidas por la firmeza con la que respondían sus uñas afiladas. Él había posado con autoridad sus manos sobre la cabellera de la mujer que caía como una cascada, filtrando sus dedos entre los pelos hasta encontrar sus raíces para agarrarse a ellos y darles un breve tirón, desprendiendo de sus puntas el aromático olor de las hormonas femeninas.

Los muslos cada vez más tensos por la calidad de las sensaciones que inundaban su mente se encogían desesperadamente bajo el pupitre y la sangre recorría a trompicones su vientre como una manada de cucarachas para buscar refugio en lo más profundo de sus genitales.

De pronto la figura del maestro se agrandó ante ella en la medida en que avanzaba a grandes zancadas por el pasillo central. Durante unos segundos lo vio más alto que nunca y se le erizó el vello de la nuca al pensar en lo increíblemente poderosa que se sentiría al dominar a un animal semejante. Poco después creyó atisbar una leve protuberancia en su entrepierna cuando el protagonista de su fantasía le dedicó una mirada de satisfacción que hizo que la alumna no pudiera evitar que sus mejillas se sonrojaran hasta el punto de estallar de la vergüenza por haber sido descubierta.

El rechinar de las sillas acompañó a un tumulto de voces cada vez más elevado sin que aquellos sonidos que anunciaban el final de la clase pudieran apartarla de sus pensamientos. Todavía sentía desde su espalda los ojos como espadas negras clavadas en los de ella, acusadores por haber tenido la osadía de utilizarlo en sus ensoñaciones, aunque no por ello menos divertidos. La habían dejado sola. Permaneció quieta, inmóvil, dejando que el viento cálido del mediodía que se arremolinaba desde una ventana abierta secara la película de sudor que se había creado alrededor del cuello y de sus senos.

viernes, 12 de octubre de 2012

Cuestión de principios.

Encontrar un estilo de vida y seguirlo hasta las últimas consecuencias no parece tarea fácil hoy día. La mayor parte del mundo se mueve como la plastilina, deformada y pisoteada por manos versátiles que devoran el mundo a su paso.

Buscan marcas en otros porque no las encuentran en si mismos para posteriormente echarles la culpa cuando se dan cuenta de que no solucionan sus problemas del día a día. Después se sienten indefensos como niños de 7 años abandonados a su suerte en una selva de bestias salvajes.

Creen pertenecer a la sociedad porque cumplen ciertos estándares preseleccionados antes siquiera de que nacieran y no se atreven a cuestionar las reglas de la naturaleza de las cosas. Porque es mucho más fácil escoger el sendero de la pasividad ya que da una cierta sensación de calma y no supone ningún enfrentamiento.

 Pero tarde o temprano llega la tempestad y la vida nos pone a prueba con pequeños obstáculos en forma de desamores, situaciones de conflicto, pérdidas materiales, etc... Nadie se salva en esta isla de caimanes.



Entonces en algunos se enciende una luz en la cabeza y ante la situación de tensión se guían por unos ideales o principios que han decidido no someter ante nadie salvo su propia conciencia. A día de hoy todavía recordaré una de las ideas más gráficas que aún acuden a mi mente: "Sólo hay una cabeza con la que tienes pensar, y no está abajo".

Pero para hablar de principios, primero habrá que descubrir los límites que cada uno en las actividades de su vida está dispuesto a implantar, desde en el mundillo de las relaciones de pareja y la amistad hasta en las negociaciones con el jefe; y después de haber creado el territorio propio de cada uno definido en base a unos valores defendidos por el ser único contar con la voluntad de mantenerlos firmes cada día.

A mi parecer el camino hacia el autorespeto parte de una mente clara que persigue esa actitud de ser responsable con su ética personal (lo que para algunos se consideraría un auténtico "dilema moral"). Cuidar de ella cuando las nubes cesan y se termina el conflicto, le hace a uno sentirse el cápitan de su propio barco y todas las pérdidas derivadas de tal comportamiento se desvanecen.

El miedo entonces tendrá que buscar la puerta de salida, y sino se la señalas.

Asegúrate de cerrar la puerta al salir ;).

lunes, 24 de septiembre de 2012

El alma a través de la mirada.

Siempre pensé que la humanidad estaba dotada de un inmenso poder latente en su mirada. Es nuestro reflejo del alma, el vivo recuerdo que dejan nuestras emociones y la auténtica voz de nuestro ser. Cada mirada es un mundo que nos provoca estímulos diversos.

Unas son capaces de traspasarnos con una fuerza lancerante tal que desnudan nuestros pensamientos. Otras, más huidizas reflejan la inquietud de aquel que no encuentra reposo entre la inmensidad y buscan consuelo en otras más acariciantes acompañadas del suave pestañear que provocaría una brisa marina. Las hay ponzoñosas y venenosas, capaces de clavarse como aguijones en los ojos de un desafortunado o radiantes de inocencia y dispuestas a captar toda la sabiduría que les rodea mientras desprenden un torrente de curiosidad.

Todas ellas se deslizan por la mente de quienes las observan para dejarse fascinar, conmover o intrigar porque son la puerta hacia nuestros sentimientos y al mismo tiempo es la llave para la comunicación emocional. En su justa medida de intensidad llaman al deseo si van dirigadas al interior del iris para dejarse caer sobre sus labios y volver la vista con un pestañeo acariciante.



Si me narran una historia, una mirada se convierte en la banda sonora de sensaciones que la llena de luminosidad, si me susurran un secreto es el sello de nuestra complicidad y si no acompañan a las palabras es capaz de sugerirme una amplia gama de ideas e incluso órdenes. Unos segundos pueden bastar para dejarse posar sobre ella y así meterse en la piel de quien la emite con todo el universo emocional que lo envuelve, nos garantiza la empatía y con ella la comprensión apacible.

La humedad de los ojos y la dilatación de las pupilas revelan una atención privilegiada, el parpadeo continuado una carga emocional intensa y el deslizamiento del iris sobre el blanco de los ojos desmarca el resgistro sensorial utilizado. No hay otra parte de nuestro cuerpo que nos pueda hacer más humanos a través de un poder revestido de vulnerabilidades y de miedos.

Chicos y chicas, atreveos a explorar miradas, a bañaros en ellas y pronto os soprenderá el continente de información y estímulos que se os revelará ante vosotros.


sábado, 25 de agosto de 2012

La sabia rebeldía..

Rebeldía. Una fuerza espontánea que se cubre del ardor y el deseo para oponerse al orden establecido. Nace de la voluntad del hombre, se derrumba con su ausencia. Al igual que el fuego necesita oxígeno para avivar sus llamas, sólo que esta vez su fuente de vida descansa en causas que inunden de pasión a su portador.

Cada vez parece más frecuente en los humanos utilizar la rebeldía como vehículo para convertirse en un muñeco de imitación de personajes famosos o modelos anticuados a los que aspiramos convertirnos. Nos recreamos fantasías sobre ellos, compramos todos sus discos y aspiramos a estar a la altura de su imagen modélica. Creo que le hemos puesto un disfraz al arma con la finalidad de parecer "guays", hasta tal punto que nos hemos olvidado de lo que vale realmente esta poderosa herramienta. Con ella podemos formar nuestra marca personal templándola con una perspectiva amplia de todo lo que nos rodea. Me refiero ante todo al amor por la verdad.

En efecto, rebeldía y sabiduría deberían acompañar a todo ser con dotes de inteligencia que espere ser algo más que un pez nadando por la corriente de un río. Se trata de encontrar al niño curioso que busca reaprender lo aprendido; es decir, dudar sobre lo que un amplio colectivo de personas le dijo un día que debiera ser así: una idea, un concepto, una manera de vivir..

El ignorante, aquel caminante obstinado en sus ideales se refugiará en montañas que él mismo ha creado para evitar ser corrompido por las nuevas formas de entender la vida. Confiará en que la estabilidad de sus creencias es eterna e inmutable y se basará en un concepto de orden creado por él para negar las opiniones de terceros. Toda una cadena de valores se rompen cuando se busca el orden en toda regla: comprensión, creatividad, audacia..

No se puede ser comprensivo si uno no sale del orden lógico de las cosas y no se traslada a las emociones y verdades entendidas por el oyente. No se puede imaginar una idea si no encajamos y desencajamos las piezas de lo que considerábamos cierto o verdadero. Por esa razón ni siquiera conviene hablar de verdades cuando se desconoce el límite del concepto.. (perfectamente podría tratarse de una ola, un pinguino o un beso de medianoche..).

Y no hay mejor impulso para experimentar las distintas posibilidades que ofrece la vida que la misma rebeldía. Aquella que utilizan los auténticos maestros contra la religión, las filosofías clasificadas e incluso a aquello a lo que en algún momento de nuestra historia tuvieron la osadía de llamar "ciencia". ¿Y quiénes son esos maestros?, aquellos que siguieron queriendo ser aprendices toda su vida...

lunes, 18 de junio de 2012

El ancla de nuestros recuerdos

Regreso de mi pueblo y soy incapaz de recordar cada cambio que ha sufrido desde las últimas semanas hasta hace un par de años. Todavía se han quedado congeladas en mi mente aquellas piedras en forma de media luna dónde pasabamos las tardes de cara al sol, trazando nuestros planes maquiavélicos, asi como la casa abandonada que servía de refugio para nuestros juegos de adolescentes incontrolables.

Cada vez lo veo más claro, el número de anécdotas vividas por día es el ancla de nuestros recuerdos; o dicho de otro modo, cuantas más experiencias heterogéneas transcurran en nuestro entorno, mayor es el colorido y el detalle con el que rememoraremos el ambiente y la energía que nos rodeó.

Los veranos todavía siguen siendo calientes; pero, tambien se templan con la tranquilidad que inspiran personas que a pesar de no haber recibido la educación apropiada en su día, escuchan tus ideas sin pestañear y con ojos de querer absorver toda la sabiduría del mundo, un efecto que al parecer se incrementa con las italianas arquitectas de "puentes" de junio (guiño surfero).

Sin embargo; la apariencia de los lentos paseos costeros de principios de verano, las primeras conversaciones con reencuentros amigables y las buenas formas de las primeras visitas extrañas son sólo el entrante de un gran plato que habrá que digerir. Pronto llegarán las fiestas nocturnas en montes de acampada protagonizadas por masas humanas que emitirán aullidos clamando rock ´n roll y pies rebeldes que buscando rociarse con nuevas aguas y lejos de obedecer mi razón, acompañarán a mi instinto aventurero hacia tierras del mediterraneo oriental.

 Las imagenes se entremezclarán, el verano se tornará aún más caliente y cuando me pregunten por los lugares en los que he estado, hablaré de ellos tal y como los viví, sin poder separar en cada gota de mi pensamiento las personas y las emociones compartidas del contexto que me rodeaba. Siempre existirá esa playa con la misma brisa del levante, la cabaña agujereada del árbol, la casa abandonada..

jueves, 26 de abril de 2012

Si vas a por ello...

Dada la rápida forma en la que transcurren los acontecimientos en este trepidante túnel por el que viajo llamado "vida", hoy no hablaré de mis vivencias, sino de una reflexión de esas tantas miles que flotan en nuestras cabezas en el ascensor con nuestra coqueta vecina desconocida o frente a nuestro profe con cara de rankosaurio devorador en un examen oral. Su nombre se llama "duda" y su alimento el "tiempo".

Muchas veces sometidos a la presión del ambiente, por juramento personal o porque nos va la vida en ello tenemos que tomar una decisión. El problema reside en que tal toma de acción acarrea inevitablemente unas consecuencias más o menos trascendentales (no es lo mismo la decisión de coger las llaves para abrir la puerta de tu casa, que la de tomarse un baño en un río de pirañas) y habitualmente requieren de un periodo de reflexión.

Para tomar cartas en el asunto no podemos poner en "pause" la conversación o paralizar las llamas de nuestro cuarto porque en la vida real todo es dinámico y fluido. En esos momentos nuestra mente racional puede poner en marcha multitud de complejos sinápticos que llegados en exceso nos bloquerían completamente debido a un contraste equilibrado de fuerzas entre el deseo y el miedo. En otras palabras nos asalta el mayor amigo de la desesperación: la duda. Esta se hace más resistente en nuestro cerebro a medida que pasan los segundos porque damos más tiempo a que la lógica nos muestre posibles vetanitas de fracaso como consecuencia de la decisión, incitando a que el miedo se asome por una de ellas con los dientes afilados.

Por esa razón conviene aprovecharse de esa balanza deseo-miedo para que juegue a nuestro favor. Antes de coger una katana y prepararnos para una exhibición en la que sabemos que haremos un duelo con el maestro Chikanitafua el Tó poderoso, nuestro deseo que opera a un nivel instintivo comenzará con alta energía y no nos importará salir a dar sablazos a diestro y siniestro. Sin embargo; a medida que cuestionamos nuestras capacidades de combate y nuestro entrenamiento, y empezamos a hacernos películas de las distintas formas de morir cercenado por un fallo técnico, entonces nuestras ganas, esa energía del querer desciende en favor de un miedo que nos obliga a retroceder.

La clave está en no esperar más de tres segundos para decantarse por una alternativa y en crear la costumbre de confiar en nuestra aptitud para gestionar las diferentes situaciones de conflicto. Entonces nuestros deseos se impodrán sobre nuestros miedos siempre latentes. Porque no tratemos de engañarnos, todos tenemos miedo.. y sé que 50 años de ejercicio como abogado en un tribunal no harán que deje de sudar las manos antes de tomar la palabra en defensa de un reo.. pero lo asumo y cada vez que salgo ahí afuera jugándome el pellejo y mi reputación trato de salir de ese estado inicial de incomodidad. ¿Cómo?..anteponiendo ante todo mis deseos.

 La realidad es que no hay solución para evitar al 100 % los posibles desastres de una infructuosa charla con tu pareja y tampoco se pueden obviar los obstáculos de una apuesta impulsivamente considerada; pero, a partir de ahí la vida sigue su curso, puede que a partir de entonces tengas que modificar la forma que adopten tus sueños cambiando de trabajo o buscando el calor afectivo de nueva compañia. Muy bien, se hace y ya está, la luna no ha cambiado de posición saliendose de su órbita y estoy seguro de que uno se conoce más por vivir experiencias de toda clase.

 Este es sin duda uno de mis descubrimientos que más me ha abierto los ojos y ha colmado de energía y vitalidad mi cuerpo haciendome sentir vivo. Aquí os dejo una pieza regalo para que os inspire durante este finde semana (que está saliendo más fiestero de lo que pensaba...):





"Si vas a por ello... puedes equivocarte, puede costarte el coche, un par de dientes, tu próximo ascenso, puede que haga frio, puede que te hagas daño, puede que pierdas la cabeza, las formas, la legalidad, puede suponer el ridículo, el desprecio, o la soledad... ...pero si vives como tu quieres, hasta las últimas consecuencias, quizá... y solo quizá... ¡Llegues a ser quien eres!"

domingo, 15 de abril de 2012

¿Soy capaz de...?

No hay frase más dañina en el mundo que un "No soy capaz de.." en boca de alguien que respeta sus sueños tanto como su propia realidad. Al fin y al cabo la libertad de imaginar no deja de ser una creación de nuestro cerebro. Y como toda obra de arte, existe (aunque todavía sólo opere en su mente).

Una no puede presentarse a un club de teatro, quebrando su cabecita con ideas autodestructivas de degradación hacia su persona o limitadoras de sus capacidades. Dejar que nuestra vocecita saboteadora de sueños se alimente de comentarios de personas que no tienen criterios para juzgar. No se puede consentir que a uno le arrebaten sus proyectos porque su mejor amiga no sea capaz de hacerlo.

Tenemos que saber que vivimos en un mundo en el que se premia a la mediocreidad y la mente científica, en el se han hecho perezosos muchos sentidos con fines sociales y otros purificadores de nuestro espíritu. Pero por suerte nuestra mente también se rodea de esperanzas e ideas brillantes que penden de un hilo y que con mucha convicción pueden ser salvadas y materializadas en nuestro día a día.

Esto no quiere decir que no aceptemos consejos y que conectemos nuestro cuerpo a una máquina para volar a la dimensión de Matrix. Es más importante saber a quien escuchar, conocer las situaciones por las que ha tenido que pasar nuestro interlocutor para llegar a sugerirnos su proposición que envolvernos en una marea de chismes que más que ayudar nos aturden y nos ciegan. Se trata de conocerla en relación con su grado de autoridad sobre esa materia.

Chicos y chicas, atreveros a soñar y a perseguir lo que queréis sin otro temor que el de abandonaros al mundo como un barco a la deriva. No os levanteis con el piloto automático, indagad y curiosear más allá de lo inimaginable.

El escenario de la vida ya está montado y ahora toca.. ¡actuar!

jueves, 5 de abril de 2012

Vive la vida.

¡Presente!

¿Seguro?.. no creas. Puede que hayan pasado lista en una clase hecha a prueba de siestas, pero también es probable que hayas sucumbido a los encantos de algún/a belleza y que estes pensando en cómo vais a pasar las próximas dos semanas de vacaciones en un hotel de Cuba cerca de la playa. (el plan promete..)

¿El problema?.. que no estás centrado en el aquí y en el ahora. Tu cabeza con suerte todavía se sostiene balanceándose ligeramente hacia alguno de tus hombros y una sonrisa de hechizado se ha dibujado en tu rostro. "¡Espabila!"-te gritará la profe.. "Qué mono estás cuando te sumerges en tus pensamientos"- te susurrará tu compañera..

En todo ese tiempo de vacilación mental habrás perdido un montón de información valiosísima; desde la fragancia que se huele en cualquier rincón universitario (¿caribeña-tabaquera?)hasta las señales inocentes con pañuelos de papel que te envía Paquita desde el otro edificio. Lejos de mostrar mi lado mas gyppie, esta reflexión guarda relación con uno de los slogans que más eco hace en mi cerebro cada vez que cierro un tocho de 700 hojas de derecho y salgo a mi balcón para ver la energía del mundo:

"Vive la vida".

Estas tres palabras son más demoledoras que ver a Chuck Norris enfrentarse a Bil Laden con una cuchilla de afeitar. Separadas son diamantes sin pulir, pero juntas forman un cóctel bastante concentrado. Al vivir; nuestro corazón late y el cerebro se activa en diferentes puntos de su masa encefálica, ordenando su despacho de recuerdos, metas y construcciones mentales.

Sin embargo; al vivir la vida, focalizamos todos nuestros sentidos en el escenario que nos envuelve. Nuestros ojos parpadean más rápido para recibir cientos y cientos de estímulos en forma de carpetas que archivar. Liberamos al PC de ese porcentaje usado en nuestra CPU para fantasear sobre la vida mientras cruzamos un paso de cebra.

Quizás el cambio de acera, la banda de criajos cruzando en manada semáforos en rojo y la abuelita cargada de bolsas de la compra por encargo de su hijita la "fiestera" no nos merezca el apoyo de nuestros sentidos. Sin embargo; cuando las fortuna nos sonríe en una noche de candela o las luces se apagan en medio de un choque de hormonas..los echamos en falta..Y este interruptor de la liberación sensorial no siempre se abre cuando se necesita. Requiere de práctica y control mental.

Ser los budistas más cañeros, abriros al mundo y dejar las encerronas mentales para noches filosóficas con vuestro amigo "yo". Probadlo esta semana y pronto comprobaréis que las mañanas son más brillantes y que las noches nos desvelan acertijos en el cielo.

Paz.

domingo, 25 de marzo de 2012

Cuando la vida se viste de bufón sale el arcoiris.

-Aquí estoy otra vez abriendo mi alma y de paso conociéndome un poco más. A veces volver la vista atrás y dar a las últimas semanas unas pinceladas de mi propia parcela de la realidad ayudan a convertir los últimos días en un capítulo memorable. Este episodio va de una vida desenfadada, de lo inocente que se ha vuelto y de su rápida decisión de vestirse de bufón.

Lo llaman "sentido del humor" o "mandanguerío" para los amigos.. Pero, ¿se trata de una cualidad de nuestra existencia o de un don innato?. Para algunos la vida es y será un río a contracorriente, intocable, una vorágide de perversión a quien echar la culpa. Para otros la fuente de vida es la que guía sus manos, un huerto con el que cosechar y poder moldear sus frutos.

A estos últimos los conocemos como artistas y cuando alguien pregunta por estos magos de reputación intachable en el vecindario nadie puede decir que sus vidas sean objetivas si están al lado de ellos contando historias alrededor de una fogata. Especialmente me gusta referirme a las palabras "fogata", "historias" y ya puestos "noche de grillos", puesto que la combinación de todas ellas trae consigo un magnífico despliegue de ingenio y talento humorístico.

El viernes anocheció con uno de esos maravillosos días de bullicio bilbaíno en los que mis pies me arrastraban a un parque solitario con focos cerca de la ría para poder escuchar las sonoras carcajadas de una amiga a la que la vida le había jugado una mala pasada. La disco había puesto el aceite al motor del cuerpo, allí nos habíamos dividido al entrar para volver a encontrarnos nuevamente, perdernos y volver juntos al salir.. vamos el destino de toda discoteca de cuatro baldosas de libertad para bailar.

Ahora tocaba darle a la lengua y abandonar cualquier pensamiento en forma de virus paralizante que ahogara las ideas de nuestra mente. Todo indicaba que ella lo tenía. Su semanita me había recordado bastante a un comienzo de enero bastante frustrante de tardes telefónicas, quedadas indeseadas y noches grises en las que esperas aclararte para evitar otra mañana confusa.

La danza y la marea de gente puede que la hubieran hecho abandonar el tono azulado con el que la ví saludarme, pero aquello había sido momentáneo y pronto volvía a describir la vida como un juguete apagado y sin pilas, creyendo mostrarse así objetiva. Me parece que cuando percibió lo estúpido que era concebir todo lo que nos rodea unilateralmente, de un sólo bando negro y polvoriento, y de lo inútil que podía
convertirse a largo plazo imaginar todo lo ocurrido de la peor manera posible, pudo abandonar una mochila cargada de sufrimiento.

Dicen que es una carga que marchita cada rincón de tu mente y que puede volverse una adicción; no hay más que buscar entre las televidentes de novelas que buscan consuelo en las descargas emocionales de los protagonistas de sus series favoritas por considerarse desdichadas en el círculo de lo amoroso con sus maridos. Para estas seguidoras la creencia de que su manzana ya está pasado no ayuda más que a potenciar un sistema de creencias limitantes.. y con ello su vida se vuelve rígida y lo peor de todo monótona.

El resto del día sería un ejemplo de cómo el arcoiris puede irradiar frente a una tormenta a prueba de relámpagos. "X" pudo elegir arrastrarse hacia el tono apagado que le llevaron los hechos, pero el desencaje de nuestras mandíbulas con un eco de espanto en las calles de Bilbao anunciaban lo contrario.

Me siento satisfecho porque ante todo fuimos cristalinos, despedimos a nuestro ego y nos reimos de nosotros mismos. Simpatizamos con nuestro ser, exteriorizando defectos y virtudes y así es como nos olvidamos de nuestros problemas más arraigados al orgullo herido que a nuestra esencia humana..

domingo, 18 de marzo de 2012

Estereotipos I: Empatía VS Ego

-Últimamente el universo cinematográfico de Hollywood parece querer bombarnearnos a base de películas repletas de protagonistas con un arsenal de frases ingeniosas, sentido del humor y un ego bastante alto. Todos ellos personajes despreocupados a los que la vida parece irles bastante bien a través de esa máscara de "tipos duros".

Lo trágico es que ese montaje se repite en la realidad: niños, adolescentes y adultos reproducen en sus vidas ese modelo de vida por creer asociar correctamente el éxito de la ficción con tales comportamientos. Puede que si se rodean de gente con la autoestima baja obtengan algún resultado ventajoso; pero la auténtica realidad es que vivir dentro de un cascarón no es lo propio de un ser biopsicosocial.

Esto se debe a que al centrarnos tanto en nosotros mismos, olvidamos las necesidades de los demás. En otras palabras, renunciamos a una de las herramientas más poderosas de la comunicación humana: la empatía.

La empatía consiste en percibir aquellas emociones que siente la persona con la que interactuamos, entendiendo el contexto que las ha producido y el sentido de sus gestos y palabras. Poniéndonos espirituales sería algo así como entender las vibraciones de energía que padece nuestro oyente e incluso visualizar las auras que lo rodean.

Su uso es esencial en cualquier faceta de la vida; desde en las negociaciones con profes de la universidad que nos han suspendido, pasando por regateos esporádicos en mercadillos y hasta en las relaciones de pareja. En ésta última es muy común la falta de este ingrediente secreto.

Cuando cada miembro de una relación está dispuesto a ganar a toda costa, ya sea queriendo hacer sí o sí con "X" una actividad a una hora concreta o imponiendo unos roles a la otra persona, lo normal es que ambos caigan en una discusión interminable hasta que uno de los dos alce la bandera blanca. A veces no hay esa bandera y directamente la guerra termina con el sonido de los tambores de la despedida.

¿Qué papel juega la empatía aquí?. Digamos que es el vehículo calibrador de la contienda o el espejo cristalino a través del cual podemos negociar. Efectivamente la clave está en negociar puesto que muchas veces para obtener mayores victorias hay que aprender a ceder, de tal forma que ambos saquen beneficios. Si la pareja se preocupa por el futuro de la relación y cada uno de los componentes se muestra comprensivo con el punto de vista del otro entonces se comparte el éxito y la discusión se termina.

Desgraciadamente seguiré oyendo a miles de hombres y mujeres quejarse porque su romanticón/ona quiere hacer algo que a él/ella no le gusta o porque pasa más tiempo con sus amigos/as que con él/ella. Luego vendrá la venganza, los celos y con el tiempo puede que en su corazón se forme el caparazón del héroe norteamericano. Vagará por el mundo como un juguete creado por la sociedad y se habrá olvidado de lo cristalino que fue una vez, cuando aún era capaz de penetrar en las mentes de los demás.

domingo, 11 de marzo de 2012

Mañana mixta del domingo.

Este sábado hemos estado a punto de hacer renacer a Operación Triunfo. Hemos cantado con intenciones de sentirnos un poco más libres y hemos navegado por los rincones de nuestras mentes. Cada vez que al día siguiente me levanto en una cabaña de madera pienso que he debido de cruzar el amazonas o que he conocido a algún indígena muy cañero. Sí, esta mañana yacía en nuestra cabaña-árbol, pero esta vez todos nos conocíamos. La mayoría dormían como almas despreocupadas de la vida, unos pocos se habían ausentado desde la madrugada y yo me disponía a hacer mi propio ritual de saludo al sol.

En realidad, es una disciplina que he adquirido desde hace tiempo que consiste en meditar, practicar algunas katas y canalizar la energía del medio. Normalmente me sirvo de una katana de madera para ganar fuerza de brazos, pero hoy las condiciones no lo permitían. La forma en que comenzamos el día puede llevarnos a un estado de actividad y de decisión para cumplir con nuestras expectativas o puede convertirnos en auténticas marmotas. A veces nuestras circunstancias no nos dejan iniciar las mañanas con un zumo posado sobre la mesilla de noche, pero como artistas de nuestra vida tenemos que arrastrarla siempre a nuestro favor.

Después de las prácticas físicas y mentales, unos mensajes de texto se dejaron caer en mi móvil. Al parecer "x" había aceptado venir desde Sweeden para reencontrarse con su tío al que sólo veía una vez al año. Lo que estaba muy claro era que aquello no sería sólo una visita paternofiliar, además supondría hacer de guía por el gran Bilbao por tercera vez para mostrar las maravillas de la villa y de paso algunas zonas pícaras personales. Así funcionan los intercambios y mis oportunidades de viajar no suelen ser tan fácilmente desaprovechadas.

Pronto llegará a tierra vasca y tendré la oportunidad de conocerla a fondo. Me encantará poder ver que es lo que más admira de la zona y lo que nosotros pasamos por alto, cual es el choque cultural más grande que se pueda producir entre nosotros y sobre todo descubrir si el mito de la frialdad de su sangre la acompaña en su vida.

domingo, 26 de febrero de 2012

Guiño para el rock.

Hoy no es día de contar experiencias de mi bélica existencia, es momento de honrar al mundo del rock como se merece y de saludar con respeto a todos sus seguidores.

El rock es una fuerza sobrenatural que te saca tu león interior, te sacude y te dice algo así como "tu puedes. hazlo ahora". Admirarlo es confiar las emociones de uno en sus cambios de velocidad e intensidad. Escucharlo puede ser más que gratificante y tocar su música resulta hasta adormecedor (por increible que parezca).
Aún así, me sorprende la gente que lo desprecia, diciendo que sólo es ruido. Entonces debe de ser un ruido estimulante que es capaz de mover masas, e incluso ejércitos para los más rebeldes.

Siempre he dicho que rock es mi segunda novia (no mencionaré nombres, pero recuerdos para "x", por decirme que entonces nací infiel). Tengo que reconocer que hasta que no me dejé los dedos en una guitarra eléctrica no aumentó mi alta estima hacia estos guerreros del rock, que siempre aparecían después de los conciertos con un "piti" en la boca, una botella en la mano y una cara de "vive la vida que es más corta que una audiencia con el profe de europeo."

Ahora los veo como auténticos gladiadores de la sinfonía porque luchan cada día para poder coordinar cada nota con lo que quieren expresar. Amor, odio, esperanza, alegría, poder... todo vale. Mi guiño se encuentra especialmente dirigido para maestros de la esgrima guitarrera como Empu por su capacidad para cautivar al público con un toque personal y su movimiento de melena; Della Vega, debido a su disciplina y fuerza de voluntad que le han llevado a convertirse en una avispa veloz del rock y Eric Clapton, creador de un solo capaz de despertar a los búhos de día, es pura viveza y sonoridad múltiple.

A veces pienso que las palabras no harían nada sin la entonación apropiada, porque no tendrían un guía que las dirija. Y al igual que una sonrisa puede convencer a un niño de que no va a pasarle nada malo frente a una catástrofe humana; el timbre y el tono cambian perspectivas y miradas sobre cualquier situación.

Es por eso que la textura, las subidas y bajadas musicales son herramientas de un artista: el rock, y su molde es la vida.

¡rock n´roll! ;)

Un poco de autoexploración.

Esta semana han salido de muchas bocas unos cuantos "woos", señoras y señores, trikigaitas y otros comentarios más que esperados. En definitiva nos hemos puesto las máscaras. Demasiados formalismos, pasatiempos infantiles y algo de galantería.

En cuanto a mí, estos últimos dían han resultado ser un auténtico confesionario para lo trajeado que iba. Muchas veces no es fácil explicar lo rápido que cambian tus emociones con alguien y a uno le da la sensación de que está frente a un camaleón con alas. Sobre todo cuando ella es capaz de transformar algo pequeño en una genialidad cuando menos te lo esperas.

Además me recuerda a mi infancia. Entonces creia que podría con todo, que seria una estrella del rock sin importar lo que esperarían de mí. Encontraba un nido de hormigas en el hueco de un árbol y ya lo veía como una gran conquista. Parece que encuentro más de cerca la juventud y la belleza en la inocencia sana.

Después de todo quizás esté madurando, mis 19 añitos casi me saludan y como con todo capitulo a punto de finalizar quiero dejar la esencia de la intriga en las últimas páginas para que me haga querer devorar con más ganas el siguiente episodio de mi vida.

Intuyo que dejaré de cambiar de andén tan rápido; pero no es fácil en este siglo XXI donde la vida humana fluye a la velocidad de la luz y quedar es tan fácil como pulsar un simple tweet en un tablón informático.

Aún así, tengo un flanco desprotegido: las palabras y la mente. Juntas son dos diosas capaces de anclar este barco. Mientras no se encuentren, me temo que volveré a mi vida de naúfrago y esta vez el destino al que me dirigo tiene un nuevo nombre, Finlandia.

domingo, 19 de febrero de 2012

Un pequeño paraiso al descubierto.

Hay momentos en la vida de uno en los que debe perderse del mundo que consideramos civilizado, reordenar sus metas y volver a admirar la belleza de nuestro entorno. Aquella que se eclipsa por el fulgor de nuestras emociones y de nuestras galopantes conversaciones de café.

Hoy, después de meses sin haber atrapado con un puño el polvo del suelo riojano, me he dado cuenta de que la tierra está preñada (y eso que no es primavera). Hasta las ramas más punzantes han dejado sitio a sus hermanas las hojarascas y los retoños se han ofrecido a resguardarlos del sol.

Aquel escenario parecía imposible de reproducirlo en el teatro y le tentaba a uno a anclar una bandera con un pañuelo que dijera cual descubridor de las americas (yo estuve allí). El sonido de la pradera daba vida a cualquiera que se atreviera a escucharlo y la buena compañia endulzaba aún más la melodía.

Estoy seguro de que mañana me levantaré de un brinco y cargado de energía. Uno no puede buscarse un hogar indígena de este calibre y no poder recordarlo en forma de flashbacks durante por lo menos una semana. Es inhumano.

Quizás esté llegando la temporada de cambiar la ruta de las citas. Las aves emigran y los humanos quieren dejar su sello en nuevos rincones desconocidos. Al igual que el niño no quiere abandonar la charca caliente que ha logrado hallar al cavar con su propia pala en una playa veraniega, no puedo evitar llamar a un taxi e iniciar una expedición temeraria en plena noche.

Tal vez sea que la prima vera me esté cautivando después de que su mayor enemigo me dejará huella: la ola de frío siberiana. Eso o el afán de viajar, el mismo que impulsó a Colón a abandonarlo todo por una renacida esperanza..